Si le preguntas a la gente honestamente
cómo se sienten acerca de su trabajo,
una gran proporción no está comprometida.
Es solo un trabajo.
Solo hago lo suficiente para mantenerlo.
Esa declaración es un índice aproximado de una persona que tiene
muy poco cortisol.
Están en un estado cerebral equivocado en el trabajo.
Si esas personas se sienten más motivadas,
más interesadas, más comprometidas,
se eleva este arco hacia la zona óptima.
Sin embargo, si se les pone demasiada presión,
muy poco apoyo, muy poco tiempo, muy poco personal,
mucho que hacer,
empiezan a sentirse abrumados, y siguen yendo por la derecha,
y el rendimiento se resiente.
El arte del liderazgo es ayudar a las personas a obtener y mantener
el estado óptimo para el rendimiento.
Así es cómo se obtiene el mejor rendimiento sobre la inversión salarial,
y desde un punto de vista neurológico,
esto significa ayudar a las personas a establecer y mantener el mejor estado interno,
el mejor estado de su cerebro.
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